Tecnología, como disciplina curricular, nos brinda numerosas ventajas comparativas respecto de otras materias.
- Tecnología no se enseña ni aprende solamente con tiza y pizarrón.
- Requiere de la participación activa de los alumnos, en una permanente ida y vuelta permanente de reflexión y hacer.
- Rompe con la vieja escisión entre la teoría y la práctica, lo manual y lo reflexivo.
El aula de Tecnología debe ser un lugar en el que, de alguna manera, se reproduzcan los escenarios y las situaciones que un tecnólogo vivencia en la vida real.
Lo importante es que, los alumnos puedan construir modelos que se identifiquen y asemejen con bastante proximidad a la realidad del mundo tecnológico.
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